Llevábamos una semana esperando el día y por fin, el miércoles por la mañana, las Tortugas estabamos listas para ir a visitar la: CASA-MUSEO DE MIGUEL HERNÁNDEZ.
Al llegar al cole nos preparamos (fuimos al aseo, nos contamos para saber cuantos éramos y que no se perdiese nadie, apuntamos cuantas tortugas se quedaban en el comedor...) y una vez que estuvimos listos hicimos la fila ¡¡y empezó nuestra excursión!!
Salimos por la puerta del transporte.
Cruzamos por el paso de cebra y después de caminar un poco por la acera...
Llegamos al ARCO DE SANTO DOMINGO. ¡¡El famoso arco que estudiamos hace unas semanas y que pintamos con acuarelas!!
Lo estuvimos observando de cerca. Mirando lo grande y lo alto que era. Escuchamos como resonaban los grandes portones al llamar...
Y por supuesto, cruzamos por dentro ^^.
A continuación nos encontramos con la fachada de Santo Domingo y estuvimos observando sus diversas puertas. Todos sabíamos que es un cole de aquí de Orihuela, pero hace poco hemos aprendido que se trata también del cole donde estudió el POETA MIGUEL HERNÁNDEZ.
Al llegar a la esquina de Santo Domingo nos encontramos con un poste que tenía muchas letras y flechas y como sabíamos que la casa de Miguel no debía de andar lejos... Estuvimos leyendo las indicaciones para ver hacia donde debíamos ir.
Según ponía teníamos que torcer a la derecha. Así que eso hicimos y nos encontramos con una pared que tenía muchas letras escritas... Esto debía ser de Miguel Hernández. Seguro que íbamos por buen camino...
Y si... Al fondo del camino.... ¡¡Nos encontramos con la casa que habíamos visto y hecho en clase, LA CASA DE MIGUEL HERNÁNDEZ!!
Como fuimos con la otra clase de 5 años, éramos muchas tortugas y nos teníamos que organizar para entrar. Así que nos sentamos en las escaleras del Centro de Estudios de Miguel Hernández, y mientras nos preparábamos para entrar...
Un hombre que trabaja allí salió a vernos y nos estuvo contando algunas cosas sobre Miguel. Aunque muchas de ellas ya nos sonaban gracias a nuestra investigación. ;-)
Después de esto, nos repartimos en dos grupos y la clase del profe Pedro entro primero a ver la casa. Así que para hacer tiempo hasta que nos tocase a nosotros estuvimos almorzando y jugando a las adivinanzas.
Por fin era nuestro turno, y un simpático hombre nos acompañó durante toda la visita y nos fue contando muchas cosas sobre Miguel y su casa. Entramos por el comedor que estaba repleto de fotos y cuadros de Miguel.
A continuación, entramos a la primera habitación de la casa que antiguamente era la habitación de las hermanas de Miguel, Elvira y Encarnación. Nos sorprendió mucho que era muy pequeña y estrecha y que servia de paso para llegar del comedor a la siguiente habitación.
Después, por la habitación de Elvira y Encarnación, llegamos a la habitación de Miguel y de su hermano Vicente. En ella había una ventana que daba al patio y por la que le gustaba mucho asomarse a Miguel. Y un pequeño lavabo porque en aquella época no había baños, ni grifos, ni bañeras... Así que echaban allí un poco de agua y con ella se lavaban.
Además, su habitación también tenía un puerta secreta para entrar y salir y no tener que pasar por la habitación de sus hermanas. Se trata de una pequeña puerta que se comunica con la cocina y que está muy cerca de la puerta que sale al patio... Que fue la siguiente parte de la casa que visitamos.
Al salir, nos quedamos asombrados por la cantidad de plantas que había allí. A Miguel le gustaba mucha salir al patio para estar con la naturaleza y así pensar en cosas para escribir.
Intentamos averiguar como eran los olores que llegaban hasta nuestra nariz...
Y descubrimos también una zona muy curiosa de piedra. Resulta que en aquella época tampoco había lavadoras... Así que en el patio de la casa tenían un pozo del que sacaban agua y tenían también unos lavaderos de piedra con una tabla de madera donde lavaban las cosas.
Después de ver el patio, subimos un poco más arriba y llegamos a la parte de la casa ¡¡donde guardaban la cabras!! Porque como ya sabemos todos el padre de Miguel era pastor. Y además, también descubrimos que junto con las cabras tenían también unas gallinas.
Y un poco más arriba todavía, ya casi encima de la montaña... Allí estaba el famoso HUERTO y la famosa HIGERA de la casa de Miguel, donde este se sentaba muchas horas a leer y a escribir. ¡¡Uhmmm!! Olía muy pero que muy bien xD.
De vuelta a la casa, entramos del patio a la cocina que nos llamó mucho a atención porque no se parece en nada a las cocinas de nuestra casa. Esta no tenía fregadero porque al igual que la ropa lo cacharros los lavaban fuera en el lavadero del patio. En cambio, tenían 2 grandes tinajas: una llena de agua para poder beber y cocinar (que sacaban del pozo), y otra para guardar el grano que después utilizaban para cocinar.
Además, tampoco habían armarios donde guardar los platos, vasos, jarras... Así que estaban colgados por la pared.
Y por último, la casa tenía dos chimeneas: una bien grande donde podían los calderos, y otra más pequeña con unos huecos para poner las brasas y así calentar cosas más pequeñas.
Y para acabar... Pasamos por la habitación que faltaba en la casa, la de los Padres de Miguel. Esta era más grande que las dos anteriores... Pero nos llamó la atención que no había ningún armario para guardar la ropa y los zapatos... Tan sólo había una cama con un perchero a los pies, un arcón que hacía de armario y un lavabo parecido al que había en la habitación de Miguel y de Vicente pero un poco más grande y con espejo para poderse peinar.
Y así concluyó nuestra visita a la casa de MIGUEL HERNÁNDEZ y volvimos al cole después de pasar una mañana muy entretenida en la que aprendimos muchas cosas.
No obstante, como no queríamos olvidarnos de todo lo que habíamos aprendido en la visita y todos queríamos contar qué era lo que más nos había gustado de la casa de Miguel, por la tarde hicimos un dibujo de dónde habíamos estado por la mañana y de qué era lo que más nos había gustado.
Lo primero que hicimos fue pensar cada uno que era lo que más nos había gustado de la casa. Y seguidamente, sin contárselo a nadie pero sin olvidarnos de lo que habíamos pensado, algunos voluntarios salieron a la pizarra para escribir entre todos:
CASA-DE-MIGUEL-HERNÁNDEZ
SERGIO H. salió a escribir CASA.
ÁLEX salió a escribir DE.
PAULA escribió MIGUEL.
Y NOEMI escribió HERNÁNDEZ.
Y sin más demora, todo el mundo se puso a trabajar para que no se le olvidase lo que quería dibujar. Escribimos nuestro nombre, los apellidos, la fecha y casa de Miguel Hernández y dibujamos.
Coloreamos nuestros dibujos.
Escribimos que zona de la casa habíamos dibujado (la cocina, el patio, el huerto y la higuera fueron los más dibujados...), y lo repasamos con los rotus de colores.
Y aquí tenéis algunos de nuestros dibujos. ¿Qué os parecen?
Las Tortugas os deseamos ¡¡Buen Fin de Semana a todos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario